
No hay quien pare a este Barça. Los de Guardiola acumulan ya nueve victorias consecutivas y ni siquiera se atisba una mínima grieta en el bloque culé. El Recreativo, nueva víctima del vendaval, intentó aguantar el temporal, pero la intensidad en la segunda mitad superó cualquier tipo de defensa y terminó claudicando 0-2 con goles de Messi y Keita.
El choque se presentaba como trascendental para los catalanes tras los pinchazos de Villarreal, Real Madrid y Valencia. Guardiola volvió a sorprender con su once y demostró su enorme valentía. El técnico introdujo a Busquets en el campo y el canterano se convirtió, junto al eterno Xavi, en el faro azulgrana durante todo el partido.
En el otro lado estaba un Recre que cambió su planteamiento colocando un tercer central para tratar de parar el temido tridente rival. El dinamismo y colocación de los de Alcaraz dio más de un quebradero de cabeza a los arquitectos rivales que cada vez inclinaban más el campo hacia la derecha en busca de ayuda. Allí esperaba un Messi que estuvo, otro vez, soberbio. El argentino volvió ponerse el pegamento en las botas y no había jugada en la que no se marchase de dos hombres.
Con el paso de los minutos la resistencia local comenzó a deteriorarse y Riesgo salió en ayuda de sus 'gladiadores'. El portero vasco se erigió como un pilar difícil de derrumbar y sacó unas manos prodigiosas a lanzamientos de Etoo y Messi. El equipo andaluz había conseguido lo que muy pocos: 0-0 al descanso con el rodillo azulgrana.
Picardía azulgrana
El segundo acto no pudo empezar peor para la esperanza local. Los de Guardiola tiraron de pizarra, nuevo recurso del equipo catalán, para romper de un mazazo el empate. El pícaro Xavi sacó una falta para el más pícaro Messi que salió como exhalación de la barrera y fusiló a Riesgo con un zurdazo imparable. En sólo un instante los azulgranas habían tirado a la basura el trabajo del conjunto andaluz.
Los de Alcaraz acusaron el golpe, pero demostraron más que muchos y consiguieron atemorizar a más de un rival. La gran ocasión fue para Camuñas que, en uno de los pocos errores de los catalanes, se adelantó a todos en el primer palo y remató al poste tras un gran testarazo. Guardiola se ponía nervioso en el banquillo y pedía a los suyos la sentencia en busca de una jornada redonda.
Sus pupilos se pusieron a ello y no tardaron en contentar a su jefe. Etoo, muy activo todo el choque, se sacó una volea cruzada que remachó Keita, libre de marca, en el segundo palo. Con el partido totalmente decidido pudo llegar algún tanto más, pero la justicia del fútbol impidió al líder de la Liga BBVA ampliar su renta.
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