domingo, 6 de diciembre de 2009

Repeticion Sorteo FIFA Mundial Sudafrica 2010

Pedido realizado por Carlo Valdes





viernes, 4 de diciembre de 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

Sueños y esperanzas



"Es la recompensa a dos años y medio de trabajo bajo la dirección de un cuerpo técnico que ha cambiado las mentalidades”. Así analizó Víctor Bernárdez, defensa central del Anderlecht, la clasificación histórica de Honduras para la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.

"Ese cambio es mérito del seleccionador”, prosiguió, cediendo el traje de héroe a Reinaldo Rueda, en vez de arrimar el ascua a su sardina y a la de sus compañeros. “Antes que él, ningún técnico de la selección se preocupaba por los jugadores de la forma que él lo hace”. El entrenador colombiano, llegado tras el desastre de la fase de clasificación para Alemania 2006 (en la que los hondureños no lograron obtener el pase al hexagonal final), ha ganado su apuesta y ha vuelto a llevar a los Catrachos al seno de la elite mundial, 28 años después de su única participación, en España 1982.

Sin embargo, por apenas unos segundos, el sueño estuvo a punto de no hacerse nunca realidad. El pasado 14 de octubre, en el estadio Cuscatlán de San Salvador, el goleador histórico Carlos Pavón acababa de encarrilar el necesario triunfo por 0-1, pero en Estados Unidos, las Barras y Estrellas seguían perdiendo ante Costa Rica. Con la oreja pegada a la radio, todo el pueblo hondureño vivió unos minutos interminables, antes de explotar de júbilo para celebrar el pase. En el minuto 94, el defensa estadounidense Jonathan Bornstein empató, y envió a los Catrachos a unirse a Estados Unidos y México en el avión a Sudáfrica.

Victoria y responsabilidad
"Es Dios quien nos ha regalado esta alegría, la única que el pueblo hondureño puede experimentar en el difícil contexto actual”, añadió Bernárdez, lesionado para el encuentro en El Salvador y obligado a "seguir el partido por Internet y por teléfono con Honduras. ¡No dormí en toda la noche! Saber que vas a jugar un Mundial es fantástico", explicó.

Había que ver a David Suazo recorrerse el Cuscatlán de rodillas, como si lo hubiese prometido, y a Rueda llorando para delimitar la importancia del acontecimiento en un país presa de una crisis política histórica. “Los problemas afectan a todos los jugadores. Ahora tenemos todavía más responsabilidades para con nuestro pueblo y nuestras familias”, explicó el ex jugador del CD Motagua. "¡Hay gente que me ha asegurado estar dispuesta a hipotecar su casa para venir a animarnos a Sudáfrica!"

Ahora falta por saber contra qué selecciones jugarán los Catrachos el próximo junio. La respuesta llegará el 4 de diciembre en Ciudad del Cabo, pero Bernárdez ya tiene su sueño: medirse a la Inglaterra de Rio Ferdinand y John Terry, sus modelos. "Todos queremos enfrentarnos a una gran selección para demostrar al mundo entero que no venimos a Sudáfrica de vacaciones. Vamos allí para ser el equipo revelación”, aseveró.

Mejores que en 1982
A base de ambición, esta generación fue adquiriendo certezas a lo largo de la campaña clasificatoria, en la que su solidez en casa se conjugó con una apreciable madurez lejos de su feudo de San Pedro Sula. "Ahora somos capaces de controlar un partido, algo que tal vez nos faltaba antes. El equipo es más maduro gracias a los jugadores que militan en el fútbol europeo. Nunca hemos perdido la calma fuera de casa, ni siquiera cuando íbamos perdiendo”.

Sin duda, argumentos suficientes para esperar hacerlo mejor que los héroes de 1982, que concedieron una derrota frente a Yugoslavia y dos empates frente a España e Irlanda del Norte. "La actual selección es la mejor en la historia del fútbol hondureño”, confirmó el zaguero, internacional en 36 ocasiones. "La calidad de las individualidades es mayor, y el entrenador ha sabido conformar una buena mezcla entre hombres experimentados y jóvenes jugadores fogosos. Y arriba, nuestra pareja de delanteros Pavón-Suazo no tiene equivalente en la CONCACAF".

Probablemente, una nueva era se haya abierto con este acceso a la prueba reina: la de la estabilidad. "Espero que esta clasificación sea el punto de partida de esa estabilidad y que el cuerpo técnico pueda trabajar a largo plazo”, deseó el central del Anderlecht, que con 24 años quiere echar raíces en el conjunto belga y abrir el camino a sus compatriotas: "Antes que yo, ningún jugador de la liga hondureña había venido a Bélgica. Ahora, los resultados del Anderlecht se siguen en el país”. Y los de la selección, sin lugar a dudas, se seguirán todavía más dentro de unos meses.

El mundo estará pendiente




Será un momento apasionante para los aficionados de los 32 países clasificados y para todos los amantes del fútbol, pero un auténtico calvario para los seleccionadores. El sorteo final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 supone el verdadero comienzo de la aventura mundialista… y del quebradero de cabeza táctico para las selecciones afortunadas.

No en vano, a partir de las 19:00 de este viernes 4 de diciembre (hora local), tras el sorteo en el Centro Internacional de Convenciones de Ciudad del Cabo, las formaciones clasificadas solamente dispondrán de seis meses para resolver la ecuación con tres incógnitas que les propondrá el destino. Un azar que, como en cada edición, será clemente con algunas, y cruel con otras.

Sudáfrica, con su participación asegurada en la primera Copa Mundial de la FIFA sobre territorio africano desde que fue designado país anfitrión en mayo de 2004, confía en que una de sus embajadoras más famosas y encantadoras, la actriz Charlize Theron, le traiga suerte mientras acompaña a Jérôme Valcke, Secretario General de la FIFA, para supervisar lo que decida el destino. Los Bafana Bafana serán cabezas de serie y estarán muy bien acompañados en la copa 1, ya que a su lado tendrán a combinados que suman 15 victorias en la máxima competición mundialista, incluidas las 5 de Brasil y las 4 de Italia, defensora del título. Alemania, 3 veces campeona, Argentina (2), Inglaterra (1), España y Holanda completan este octeto de lujo.

Probablemente, otros dos ex campeones mundiales tendrán mayores motivos de preocupación, puesto que Francia y Uruguay, clasificados a última hora tras sendas eliminatorias de repesca contra la República de Irlanda y Costa Rica, respectivamente, no están a salvo de llevarse una sorpresa desagradable.

"Parámetros que uno no controla"
Los representantes africanos, especialmente motivados ante la idea de brillar en su continente, cruzan los dedos para no ver hipotecadas sus opciones demasiado pronto. “En Alemania, fuimos a parar a un grupo realmente complicado; no sé si será parecido en Sudáfrica", expresaba hace poco el costamarfileño Yaya Touré a FIFA.com. "Es esa clase de parámetros que uno no controla. Habrá que arreglárselas con los rivales que nos depare la suerte”. En su regreso a la cita mundialista tras sendas ausencias más o menos prolongadas, Argelia, Camerún y Nigeria, sin duda, poseen los mismos temores.

Tanto si están presentes en la ceremonia como sentados ante su televisor o con los ojos pegados a FIFA.com para seguir en directo el devenir de los acontecimientos, algunos seleccionadores estarán seguramente más relajados que otros, al saber por experiencia que, sean cuales sean los caprichos del sorteo, hay que ser capaz de vencer a todo el mundo si se quiere levantar el trofeo supremo. Cuatro de ellos ya han alcanzado esa dicha. Desde el banquillo, el italiano Marcello Lippi condujo a la Nazionale Azzurra hacia el título en Berlín en 2006, mientras que Carlos Alberto Parreira, actual seleccionador de Sudáfrica, vivió esa alegría con Brasil en 1994. El argentino Diego Armando Maradona y el brasileño Dunga, a su vez, gozaron de ese momento maravilloso cuando eran jugadores.

Las bolitas, grandes protagonistas
Franz Beckenbauer, por su parte, logró dicha hazaña a ambos lados de la línea de banda, y será una de las grandes figuras del fútbol que llenarán los asientos del Centro Internacional de Convenciones, junto a Michel Platini, Eusebio, Luis Figo, Roger Milla, Lucas Radebe, Ruud Gullit o David Beckham. A su lado, personalidades de otras disciplinas, artistas, y figuras emblemáticas de la historia y la cultura sudafricanas contribuirán a hacer todavía más inolvidable esta fiesta del fútbol, que ya está haciendo feliz a todo el Continente Madre.

Por lo demás, la esperadísima ceremonia tendrá lugar en un decorado de inspiración africana, sobre un inmenso escenario de madera en el que se sucederán discursos, conciertos y espectáculos tradicionales antes del momento fatídico.

Y no cabe duda de que, en ese momento, los representantes de los 32 países ya no prestarán demasiada atención al ambiente, al decorado ni a las personalidades que desfilen por la alfombra roja. Solamente las 32 bolitas que contienen los nombres de los participantes tendrán importancia.