sábado, 28 de marzo de 2009

Birchall, la esperanza blanca de Trinidad y Tobago




Trabajador incansable, hábil en el pase y certero con los balones largos, Chris Birchall llama la atención también por otras razones. La figura del mediocampista nacido en Inglaterra, aunque menuda, destaca entre la concurrencia al estadio Hasely Crawford de Puerto España. Birchall es el único integrante de raza blanca de la selección de Trinidad y Tobago.

"Al principio se me hacía un poco raro", explica a FIFA.com Birchall, oriundo de la ciudad inglesa de Stafford, con voz queda. "Pero nunca he sentido nada parecido ni de lejos al racismo, ni tampoco animadversión de ningún tipo. La afición no sabía a qué atenerse conmigo y, al principio, había curiosidad. Todos se preguntaban ‘¿qué hará el tipo este representando a Trinidad y Tobago?'".

La confusión de los aficionados tiene una explicación muy simple: jamás un futbolista de raza blanca había lucido la famosa camiseta roja en los más de 60 años de existencia de la selección insular. Los abuelos de Birchall emigraron de Inglaterra a Trinidad en busca de oportunidades laborales, y en el país nació su hija Jenny, la madre de Chris. Jenny se crió y se educó en la isla hasta aproximadamente los veinte años de edad, cuando se marchó a Inglaterra, donde poco después formó su propia familia.

"Mi madre pensó que cerraba definitivamente una parte de su vida cuando se marchó a Inglaterra", comenta Birchall. Pero en 2005, cuando Chris tenía 21 años y debutaba con el Port Vale, antes de un partido contra el Wrexham, se acercó al muchacho un rival de imponente apariencia y con un marcado acento caribeño, que le espetó: "He oído que tienes sangre trinitense". El fornido contrincante era el central y esporádico capitán de los Guerreros Soca Dennis Lawrence, quien inmediatamente puso a Birchall en contacto con los directivos de la Asociación Trinitense de Fútbol. Y el resto, como se suele decir, es historia.

"Todavía no puedo imaginarme cómo se enteró Dennis de mi relación con Trinidad y Tobago", añade ‘Chrissy', como lo llaman en el equipo. "Pero estoy encantado de que lo supiera".

Birchall no tardó en ganarse a sus compañeros y a la afición con sus incansables carreras, su generosidad y capacidad de sacrificio por el equipo, su entrega en el mediocampo y las impresionantes internadas en el área que protagonizó durante la última ronda de la competición preliminar de Alemania 2006. Su gol, un cañonazo decisivo desde 30 metros en la repesca intercontinental contra Bahréin por el último pasaporte en juego para Alemania, disipó cualquier duda y otorgó a Trinidad y Tobago la primera clasificación de su historia en la fase final de la Copa Mundial de la FIFA.

35 convocatorias y tres años después, Birchall es un fijo en la alineación de los Guerreros Soca y juega en el Brighton y Hove Albion, un club de la segunda categoría inglesa. El joven ayudó a su selección a alcanzar la última ronda de clasificación para Sudáfrica 2010 y formó parte del equipo que el mes pasado dejó escapar una ventaja por 2-0 a domicilio en El Salvador, en el primer partido del Hexagonal final. "Ahora, un mes después, ya va pareciendo más un buen punto ganado lejos de casa, pero entonces nos sentó como si hubiera sido una derrota", comenta Birchall. "Tiramos mucho por la borda en los últimos diez minutos [Nota de la redacción: el partido se saldó con un empate a 2-2]. Ahora hay que demostrar que hemos aprendido la lección".

La visita de Honduras
El día 28 de marzo los hombres de Pacho Maturana recibirán en casa la visita de la peligrosa selección de Honduras, que llegará a Puerto España con la única intención de llevarse la victoria tras el traspiés dado ante Costa Rica en su primer encuentro. Birchall, Kenwyne Jones y los demás no podrán contar en esta ocasión con la ayuda de su capitán, Dwight Yorke, que está cumpliendo una sanción de cuatro partidos como resultado de su expulsión en los últimos minutos del choque contra El Salvador.

"Perder a un jugador como Dwight significa que el resto tendremos que emplearnos bien en los próximos dos encuentros [Nota de la redacción: cuatro días después de recibir a Honduras, los trinitenses se enfrentarán a Estados Unidos a domicilio]. "Su pérdida será un duro golpe para el mediocampo y, en realidad, para todas las líneas. Como capitán, antes del pitido inicial siempre se acerca a hablar con cada uno de nosotros para darnos ánimos".

Nuestro objetivo es muy sencillo: la victoria.
Birchall resume el principal objetivo de Trinidad y Tobago
Contra los hondureños, como Birchall se apresta a admitir, los Guerreros Soca no van a tenerlo fácil, ni siquiera con el aliento de su propia hinchada en el estadio Hasely Crawford. "No hay mejor afición que la de Puerto España", asegura Birchall, sabedor de que Trinidad y Tobago no ha conseguido imponerse a Honduras en casa en ninguno de los tres últimos intentos. "Los hondureños son muy buenos, su juego es muy fluido y se compenetran a la perfección. Ya nos hemos enfrentado a ellos en otras ocasiones, pero esta vez nos costará. Han perdido su primer partido y eso los hace muy peligrosos".

"Nuestro objetivo es muy sencillo: la victoria", asegura a modo de conclusión el anglotrinitense. "Sumaríamos cuatro puntos en los dos primeros partidos, y eso es lo que queremos".

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